lunes, 1 de noviembre de 2010

Mariposas de Abril.

Y llegue a odiar los feriados.

Esa sensación inigualable de mariposas en el estomago al despertar era algo que no sentía desde hace mucho, pero aun con esa intensidad. Agradable seria decir que estas estaban resplandeciendo, pero estaban peor que las hojas en otoño. Marchitas.

Llena de recuerdos, lamentaciones, coraje. Miedo.

La gaveta de mi alma las había mantenido prisioneras. Para no sentir el dolor, ni la ausencia de ese mes que no es igual a los demás. Abril.

Pero al ser protagonistas de esta liberación, se llenaron únicamente de confusión. Ellas se habían perdido de mucho. Pero no necesitaban una ruptura frente a la realidad. Sin embargo así fue.

Sintiendo así el desprecio hacia Marzo y las llamas que en algún momento provoco Don Diablo.

Fue cuando lentamente las mariposas fueron desvaneciendo…

Y dejaron que el corazón encontrara

El son que le daría su nuevo amor.


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