Y en sus manos el poder de volver a verlo otra vez.
Once horas que le dieron fin a este año y cuatro meses desde la última vez que lo vi. Tan serio y sereno como siempre. Con esa madurez que combina tan bien con mis ganas de reír hasta morir. Él con el poder de las palabras y yo con la debilidad de caer ante ellas. Él con la habilidad de sorprenderme y yo con motivos para dejarme sorprender.
No importa el lugar, el tiempo por ahora te pienso.
Aunque no me guste esperar TEQUIERO.
1 comentario:
muy breve pero nice ... =)
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