jueves, 4 de febrero de 2010

Vete al vacio.


Ahora me toco equivocarme a mí.

Su llamada me tomo desprevenida y lo único que hice fue alistarme. En 10 minutos era imposible pensar que podía decirle al tenerlo luego de cuatro meses parado frente a mí. Las dudas me invadían y mi yo interno pensaba si la decisión había sido la correcta o tal vez no. Sonó el timbre y baje corriendo. Al abrir la puerta estaba el, cabello perfectamente rizado y un plan entre manos del cual parecía yo haberme olvidado. Extendió los brazos y no pude no abrazar a mi viejo amigo. La plática no duro más de 20 minutos, donde se hicieron presentes la honestidad y la decepción. Donde mi voz se quebraba por momentos y su orgullo incrementaba con el pasar de los segundos. Ahora pienso que jamás debiste haber reaparecido, porque aunque los motivos hayan sido distintos te alejaste por decisión propia y debiste haberte hecho cargo de esta. Tus palabras fueron claras y sé que las mías mucho más. No negare que te extrañe, si lo hice pero no a quién crees ser ahora. Si a no a la persona que eras antes. Me alegra que hayas sido sincero para así haber podido abrir los ojos y darme cuenta que por ahora no vales la pena. Y que si lo que no querías era mi amistad si no otra cosa con ninguna de las dos te quedaste.


Gracias por la inspiración

Aunque en bici ya está claro

Que no llego.


2 comentarios:

Clauu (= dijo...

Hasta que por fin las cosas se aclaran. Bah, "cuando la vida te da limones..." ya sabes qué hacer ;)
La oportunidad está ahí, llamando a la puerta. Deja pasar esto al "vacío" y ábrele la puerta a lo nuevo.
Love ya ♥

Brian Tejeda dijo...

Wow.. bueno... cada uno toma decisiones, als decicones que tomamos pueden aprecernos correctas o erróneas, lo importante después de tomarla es sentirnos bien con lo que hemos hecho, porque obviamente pensamos que lo hicimos por algo. Tomar decisiones no es fácil, pero en ciertas ocasiones sabemos que lo que estamos haciendo, aunque no lo hayamos pensado tanto, es por el bien de nosotros.

Sigue, el camino es aún largo y necesitamos estar de pie para ver el horizonte, para poder tropezar y levantarnos otra vez...

Bye