Así como un baldazo de agua fría me dejan tus palabras…
Tal vez tengas razón
Y eso es lo que más detesto.
Mi corazón, mi mente
No comprenden
Que debo aceptar la realidad que tú me haces ver.
La que me advertiste desde
Un principio
Y segada por
A lo que podía llamar felicidad
Seguí bailando al ritmo que yo quería
Y no al de la vida.
Diría que me di cuenta tarde
Cuando consideraba parte de mi familia
A esa persona
Pero debo confesar que aun cuando
Intentas despertarme
Prefiero ignorarte.
Creo que estoy dispuesta
A salir de mi barrera de cristal
Y enfrentarme cara a cara con la verdad
La que debí haber visto hace 3 años o 4 años
O con la que recién me encontré los 365 días pasados.
Esto no es el resultado
De una tarde de nostalgia.
Ni de pensamientos revoloteando.
Ni de sus acciones.
Si no de mis conclusiones y decisiones.
5 comentarios:
Lo bueno de todo esto es saber que aprendemos a madurar en la medida en que nos hacemos responsables de cada una de nuestras decisiones.
Saluditos...
decisiones.... son las que realmente importan y nos ayuda a llevar nuestra vida adelante!
Y buenas decisiones y conclusiones llevan muchísimo tiempo, a mi me tomó cuatro largos años ver qué era lo mejor para mi y mi mamá.
Claro que son casos diferentes, sólo que igual, las buenas decisiones siempre toman tiempo, horas de pensamientos y un buen par de noches sin dormir.
Todo es cuestion de decidir.
me encanta como escribees :)
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