lunes, 4 de julio de 2011

Huaraz II.


Por alguna razón que desconozco por cinco días mi torso fue el callejón de Huaylas, mis extremidades el callejón de Conchucos, y mis ojos fueron el cielo estrellado, profundos y de vez en cuando perturbantes .Por primera vez en mi vida corría sangre pura por mis venas, el rio santa y mi corazón fue el Huascarán , inalcanzable y duro por afuera , pero frágil y deshielándose por dentro. Pero faltaba algo, esa sonrisa, la cual me quitaste y solo me podías devolver TÚ.

1 comentario:

Omar dijo...

La sierra del Perú siempre es magica.. Claro que con la compañia adecuada todo es mejor..

Despues de casi un año regreso al universo bloggero.. Espero puedas visitar mi blog..
Saludos..