jueves, 22 de julio de 2010

I never told you.


Parece que cuando vives a mil por hora, las cosas no importan. La tristeza es extraída por las manecillas de un reloj que no para de girar. Al igual como tus ganas.

Ahora que estas en casa a causa de los abrazos que Julio y sus vientos locos te dan. No te queda más que divagar en tus recuerdos. En esos que parecen nunca haber sido analizados y mucho menos entendidos.

Cuando menos te diste cuenta te encontrabas 730 días atrás, con el corazón exaltado casi tanto como ayer. Cuando tus falanges escribían sin parar y tus sentidos no entendían porque. Había reaparecido. Y parecía que tú aun no entendías la magnitud que tienen los kilómetros y lo poderosa que era la distancia.

Cuando aun prevalecía ese infinito orgullo, y esa diminuta partícula de esperanza. La realidad estaba dispuesta a entrar a tu vida como nunca antes, y la nostalgia veía la forma de entrometerse por ahí.

Un avión había sido la estrella fugaz que se lo llevo. Como el deseo para nada pedido que hasta ahora parece anhelo. El escenario fue un país desconocido para ÉL y para MÍ un aula donde ni la ubicaina en esos momentos me hubiera hecho encajar.

Ahora solo me queda afirmar, la respuesta a tus preguntas. Que siempre quedaban en incógnita.


Si te extrañe¿ y que ?

Solo se que ya te quiero ver.


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