Una montaña rusa.
Retrocedamos el tiempo, a donde ella fue una de las causas de mi guerra interna. Donde ni en pintura su presencia me transmitía tranquilidad. Cuando su dulzura era, poco real y los malos días eran cada vez más consecuentes.
Aun desconozco el motivo de los hechos.
Llego el dos mil diez, y tras dos meses de merecidas vacaciones y una dosis de buena suerte llego el primer día de colegio. Lamentablemente yo llegue de viaje un día antes, y fui recibida en "la Lima" gris por una llamada que provoco en mi un pre-infarto.
Marzo me decía a gritos que había una posibilidad para continuar reforzando esos lazos que nuevamente se estaban reconstruyendo, tras un millón de batallas.
El reloj dio las doce, y con los nervios apropiándose de todo mi ser, la apelación de este juicio propiciado por la distancia, luego de la sentencia dictada hacia un par de meses, oficialmente lograba ser absuelta.
Una letra marcaba el inicio de una nueva etapa, un nuevo capítulo. Donde los obstáculos ya habían sido derribados y los conflictos olvidados.
Pero… todo esto venia en un paquete completo donde estaba incluida ella.
Ella a quien un poco más de tres meses creí sincera y buena.
Que sorpresa me lleve, al saber que había traicionado mi confianza .No niego que duele.
Sin embargo te disculpo, Pero estas cosas no merecen ser olvidadas. (Sin rencor) Porque servirán para aprender.
Solo que hoy. Necesito decir YA BASTA. Basta de ti.
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