Quizás si , quizás no.
Llego el día en el que las perezas tenían que ser limadas, y cuando parecía ya terminar, sucedió. Parece que el momento me incito a dar el primer paso que siendo sincera no debía dar yo. Pero dejémonos de orgullos que eso ahorita no nos sirve de nada.
Lo abrase y me arrepiento. Porque su frialdad consumió el calor de mi corazón y lo volvió a rajar. No sé qué quiere, no sé qué espera. Por suerte la verdad la sabemos ambos y a diferencia de él yo no estoy dispuesta a engañarme esta vez.
“Las cosas no son como crees”
Bueno tras tantas mentiras ya no se a quien creerle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario